Audiolibro Una partida de Ajedrez

Stefan Zweig nació el 28 de noviembre de 1881, siendo hijo de una familia judía de origen acomodado de la ciudad de Viena, Austria. El realizó estudios de Filosofía en la Universidad de dicha ciudad, consiguiendo así el título de Doctor. Durante su vida, viajó a muchos países y estableció relaciones con algunos de los grandes intelectuales de su época. A causa de sus ideales pacifistas fue forzado a exiliarse a Zurich durante la Primera Guerra Mundial. De 1919 a 1935, vivió en Salzburgo. Más tarde, en 1935, huyó a Inglaterra y durante el segundo conflagrar armado año, se refugió en el Brasil. Convencido de que Hitler saldría vencedor como y con ello se destruirían los valores culturales de Europa, decidió, junto a su esposa, acabar con sus vidas el 22 de febrero de 1942 en Petrópolis. A día de hoy, es uno de los más cotizados autores del siglo XX y sus obras están traducidas a más de 50 idiomas. A la hora de explicar su éxito, el propio Zweig decía que ''el éxito de mis libros proviene de que yo soy un lector impaciente. Sólo un libro capaz de sostenerse página tras página manteniendo su nivel y que no dé tregua al lector sin llegar a la última línea, conseguirá que yo me deleite a plenitud''. Una Partida de Ajedrez es una obra de relfexión sobre la neurosis vista a través de la pérdida de la cordura de un hombre a manos de la Gestapo. Esta trama se lleva a cabo dentro del transcurso de un barco con destino a Buenos Aires, donde se encontraba el campeón de ajedrez Mirko Czentovicz, a quien McConnor, un hombre adinerado, reto a una partida. Durante el tiempo transcurrido, otro pasajero, el doctor B, comenzó a sugerir movimientos con lo que descubrimos que éste huía de los nazis, quienes lo habían encerrado en una casa durante meses, no pudiendo comunicarse con nadie más que con sus custodios. Así pues, para superar ese vació mental que le atenazaba, el doctor B dedicó su tiempo a aprender y profundizar en las partidas de ajedrez más famosas, llegando incluso a estados de ansiedad increíbles. En cuanto al estilo narrativo de Zweig, a pesar de la ausencia de largas descripciones y extensos diálogos, destaca el esmerado trabajo literario para construir psicológicamente a los personajes.