Audiolibro ¿Cuánta tierra necesita un hombre?

León Tolstói, conocido también como León Tostói, nació en Yásnaya Poliana, Rusia, un 9 de septiembre de 1828, siendo parte de una de las familias de antigua nobleza. Se le considera uno de los escritores de mayor relevancia de la historia de la literatura, con famosas obras como Los cosacos (1863), Guerra y Paz (1865-1869), Anna Karénina (1875-1877), Confesión (1882), La muerte de Iván Ilich (1886) y Resurrección (1899). Tras la muerte de sus padres, Tolstói se trasladó a Kazán, en donde estudió, más tarde ingresó en la Universidad de San Petersburgo para estudiar Derecho. Durante la guerra entre Rusia y Turquía, pudo observar el ambiente militar característico del Ejército Zarista. Su nombre ha sido adaptado al cine y a la televisión numerosas veces, siendo uno de los autores más llevados a otras plataformas. Tolstói fue un gran defensor del esperanto, la resistencia no violenta, el anarquismo de Kropotkin y el vegetarianismo, y se le considera un pacifista convencido. Sus últimas palabras fueron «Hay sobre la tierra millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?», y murió a los 82 años en la estación ferroviaria de Astápovo, el 20 de noviembre de 1910.

León Tolstói nació en Yásnaya Poliana, Rusia, el 9 de septiembre de 1828, siendo parte de una familia antigua de nobleza. Se le considera uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura, con famosas obras como Los cosacos (1863), Guerra y Paz (1865-1869), Anna Karénina (1875-1877), Confesión (1882), La muerte de Iván Ilich (1886) y Resurrección (1899). Cuando tenía 10 años, tras la muerte de sus padres, se mudó a Kazán, donde pudo estudiar Derecho en la Universidad de San Petersburgo. Durante la guerra entre Rusia y Turquía, observó el entorno militar del ejército zarista; fue defensor del esperanto, del anarquismo de Kropotkin y del vegetarianismo, además de un pacifista convencido. Su nombre fue adaptado numerosas veces al cine y a la televisión, siendo uno de los autores más llevados a otras plataformas. Sus últimas palabras fueron «Hay sobre la tierra millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?», y falleció el 20 de noviembre de 1910, a los 82 años, en la estación ferroviaria de Astápovo.